Se han vuelto comunes las predicciones respecto a los impactos de la tecnología en el trabajo y también las aseveraciones de que el empleo se defiende con más educación. En AEBU hemos pasado de los diagnósticos a las acciones y ya desde 2018 nos hemos sumado al Programa de Culminación de Estudios Secundarios (ProCES). 

El ProCES, de Enseñanza Secundaria, funciona a través de convenios con distintas instituciones públicas y privadas con el fin de abrir nuevos horizontes a trabajadores adultos. Estos compañeros se insertan en cursos de modalidad semipresencial a lo largo de un cuatrimestre en el que deberán concurrir a una clase presencial cada mes y hacer sus estudios a través de Internet, usando la plataforma EVA.

La posibilidad de dar fin a cursos pendientes de sus estudios secundarios con esta modalidad se materializó mediante un convenio entre AEBU, el Consejo de Enseñanza Secundaria (CES) y el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (Inefop).

Dada la cantidad de personas que se inscribieron este año, AEBU gestionó ante el  ProCES que se hiciera una clase presencial especial para los participantes de AEBU con el fin de interiorizarlos en el manejo de la plataforma EVA, la herramienta que les permitirá estudiar a distancia. Los encargados del programa accedieron a la solicitud, conformes con la forma en que se trabajó el año pasado y también en atención a la cantidad de estudiantes anotados ahora por el sindicato.

La consejera del sector privado Anahí Vicario detalló a Portal AEBU algunos datos: Este año, entre los 43 estudiantes que comenzaron en 2018 y los 98 que se sumaron en 2019, se llega a una cifra cercana a los 150. Todos ellos encararán ahora un cuatrimestre de estudios y en la segunda mitad del año enfrentarán otro. Los participantes en el plan pertenecen en su gran mayoría a los sectores no bancarios y predominan entre ellos las mujeres. Las empresas más representadas son Crédito de la Casa, Retop, Pronto!, Prosegur y Tecnisegur. A ellos se suman compañeros integrantes de la bolsa de trabajo del sindicato.

Sobre quienes ya experimentaron estos cursos y aprobaron materias pendientes en 2018, Vicario relató: «Al principio les cuesta el acceso a la plataforma y esa nueva manera de estudiar, pero una vez que se enganchan no dejan. El que pasa el primer semestre —que es una prueba de fuego, la de acostumbrarse a una nueva forma de estudiar— ya está entusiasmado y seguro va a terminar [los cursos]». 

Agregó la consejera que se trata de «un curso ideal porque estudiás en tu casa. En general para la gente que trabaja ocho horas, tiene niños chicos y familia  es imposible asistir a un liceo. De esta manera se le está dando la posibilidad de estudiar yendo un sábado al mes a una clase presencial y el resto lo hacés en tu casa. Para mí, el hecho de capacitarse y poder terminar el liceo es la herramienta de lucha sindical que se necesita de acá en adelante. Frente a la automatización de tareas tenemos que tener cada vez más gente capacitada con herramientas para conservar las fuentes de trabajo».