Para Leonardo Di Doménico, representante de AEBU en Caja Bancaria, la PCP no es un fin en sí misma, sino «un instrumento de financiamiento de nuestro régimen de previsión social y estamos abiertos a explorar alternativas para mejorarlo». Y no se trata de un instrumento más que pueda cambiarse por otro, porque con él «no hay marcha atrás». 

Esta postura de nuestro sindicato de no retroceder en el vínculo de la evolución del negocio financiero con la financiación del instituto previsional, tiene para Di Doménico un sostén «muy firme de carácter conceptual, ético, político y técnico».

A partir de esta precisión puntualizó: «Podemos mejorar la PCP como sindicato, estamos dispuestos a buscarle alternativas de orden paramétrico para mejorar su aplicación, pero no estamos dispuestos a ir hacia atrás en cuanto a su eliminación». A continuación advirtió de manera categórica que si se avanzara en cambios radicales sobre esta prestación complementaria se daría lugar a «un conflicto generalizado en el campo de las relaciones laborales de la actividad financiera».

Más tarde señaló lo que considera agotado en términos de regímenes previsionales y destacó: «No podemos seguir impulsando iniciativas de reforma en las que se siga buscando expandir los aportes sobre la masa salarial, con más años de trabajo y mayores tasas de aporte sobre el trabajo. Eso implica que, en términos más que proporcionales, vamos a tener que trabajar más, consumiendo más vida para tratar de obtener niveles de seguridad social con un grado de cobertura de calidad aceptable».

Para nuestro representante en Caja Bancaria, «este debate está instalado a nivel global y son pocos los países que están buscando opciones complementarias a las contribuciones sobre la masa salarial. Nosotros como AEBU, de consuno con el movimiento sindical —con el PIT-CNT— estamos proponiendo la búsqueda de alternativas en este terreno y no descartamos que otros actores políticos y sociales vayan en la misma línea», aseguró.