Ese fue su balance del encuentro en la Dinatra entre las cámaras, los representantes del Poder Ejecutivo y los de AEBU en representación de los 4200 trabajadores de las administradoras de crédito.

«Creo que nuestros planteos comienzan a tomarse en cuenta por la participación, la movilización de las compañeras y los compañeros en todo este período», sostuvo el dirigente.

La «excelente movilización» del 19 de agosto en Montevideo de los trabajadores de las administradoras con el apoyo de todo el sector financiero privado, la jornada en Paysandu del día del paro general parcial, y la del día siguiente, en la ciudad de Salto, con un paro de todo el sector financiero privado, que tuvo entre los trabajadores de las administradoras una adhesión cercana al cien por ciento, es lo que ha permitido –según Iglesias- «abrir espacios en las mesas de negociación».

El dirigente recordó que «cuando comenzamos a representar a los trabajadores de las administradoras sus salarios estaban por debajo de los sumergidos, que se hizo todo un esfuerzo en el consejo de salarios anterior para lograr que los laudos aumentasen, y que en esta etapa nos encontramos con unas pautas del Poder Ejecutivo, restrictivas en cuando a los aumentos».

Sin embargo este era un sector donde la actividad se había duplicado, donde las ganancias seguían creciendo. «Por esto era necesario que hubiera crecimiento salarial y ese era uno de los puntos de mayor reivindicación», sostuvo el entrevistado recordando que además el sindicato persigue la reliquidación del correctivo del convenio anterior así como el establecimiento del quebranto de caja en el sector.

Lo que está en juego. La pregunta de un oyente sobre los plazos existentes para concluir el acuerdo resultó oportuna para que Iglesias aclarar que «por lo general las partes sociales llegamos a un acuerdo antes de ese plazo». «Esto es muy importante» -subrayó- «porque hoy, desde las cámaras empresariales, se habla de tal modo que parece que cuando llegan los consejos de salarios, llega el conflicto social. Y no es así. Los consejos son un mecanismo para acordar en una relación que es naturalmente conflictiva, que es la relación entre el capital y el trabajo». 

El dirigente advirtió además que, «como en toda negociación, nunca se obtiene todo lo que hubiéramos querido, pues cuando hay negociación, las partes tienen que dejar algo por el camino.» «Es lo normal,» -continuó diciendo- «pero esto sucede en búsqueda de un acuerdo que es lo importante, no solo para los trabajadores y las empresas, es lo importante para el país. Porque lo que han permitido los consejos de salarios es crecer como país en un marco de acuerdos sociales. Porque Uruguay permaneció estancado muchísimos años. Y hay que saber que ese estancamiento estuvo relacionado con bajas del salario real muy importantes, que jugaron en contra del crecimiento. Pues hubo toda una época en que se entendió que los consejos de salario eran contrarios al crecimiento. Había toda una visión de que el salario era el responsable del desempleo, de que el salario era el responsable del déficit fiscal. Y los mismos que dicen eso hoy están planteando modificaciones a los consejos de salario. Pero, cuando leemos bien las modificaciones que están planteando, lo que encontramos es que lo que quieren es eliminarlos. Porque cuando se dice que lo que se quiere es que los consejos de salarios vuelvan a establecer únicamente mínimos, eso significaría que cualquiera que estuviese dos o tres pesos por encima del laudo, podría no tener aumento.  Si esa modificación realmente se da, los compañeros que no tengan una organización sindical capaz de presionar a la empresa, van a quedar rezagados. Y eso es lo que se está planteando de parte de los mismos actores políticos que en los años noventa no citaron a consejos de salario y de parte de las cámaras empresariales», remató Iglesias.