La Asociación de Bancos Privados (ABPU) expresó públicamente su compromiso de encontrar una solución a la situación financiera de la Caja Bancaria. Sin embargo, este compromiso ha sido escaso ya que los bancos privados han rechazado cumplir con el aporte máximo legal establecido por la ley de 2008. Además, la ABPU condiciona sus contribuciones a rebajas en los convenios colectivos de los trabajadores. Es decir, lisa y llanamente, un chantaje.

Su falta de compromiso ha quedado en evidencia en diversas ocasiones. Por ejemplo, los siete bancos privados se negaron a anticipar sus aportes para que la Caja Bancaria tuviera un colchón financiero que le permitiera afrontar el año. Mientras tanto, Bandes Uruguay y Banco Nación, los bancos oficiales y algunas empresas financieras y de seguros aceptaron la medida. Esta decisión de la ABPU ha conspirado contra la estabilidad de la Caja y ha obstaculizado la búsqueda de soluciones.

La ABPU también ha realizado comparaciones selectivas para justificar su falta de aporte a Caja Bancaria. Hoy los bancos administran el doble de volumen de negocios que en 2008, pero con un 25% menos de trabajadores. Por ello la PCP seguirá creciendo en relación a los costos salariales. Este mecanismo o uno similar debería ser extendido a toda la sociedad, respetando las especificidades de cada sector de actividad.

La PCP, esa que los bancos privados se niegan a aportar en su totalidad, es el verdadero sistema que puede ofrecer una seguridad social justa y sustentable. Aplicar este aporte en 2021 a su máximo legal (establecido en 0.04%) era suficiente para atender la desfinanciación prevista para Caja Bancaria. Pero patronales y Gobierno lo rechazaron y siguen haciéndolo.

Recordemos que el incremento del resultado negativo para Caja Bancaria quedó fuera de las previsiones a partir del año 2020 y exige tomar medidas excepcionales cuando en 2021 se consolida la pérdida de puestos de trabajo, la eliminación de las vacantes y los efectos de la pandemia tanto en materia de seguros de paro como de digitalización de funciones y empleos.

Es por esto mismo que debe quedar en claro que los bancos privados son los primeros responsables de la crisis que atraviesa Caja Bancaria. Sin duda, son los bancos privados quienes manejan una de las variables fundamentales de la Caja Bancaria, que es la cantidad de trabajadores aportantes. Debemos mencionar que el empleo en el sector se afectó por la pérdida de 2300 aportantes, causada por las empresas financieras. 

Las definiciones de la banca en materia de sustitución tecnológica, tercerizaciones y reducción de empleo, debían ser compensadas con los mecanismos de aportes definidos por la ley. Es decir, a través de la PCP.

Sin embargo, la ABPU parece tiene su interés en aprovechar la situación de crisis para plantear la necesidad de “adaptar” las prácticas y “las relaciones laborales al mundo actual”. Pero parece que los bancos privados ya han avanzado sobre esa idea, ya que han reducido su plantilla de trabajadores en un 25% en los últimos 10 años, mientras que su negocio se ha multiplicado por dos.

Esto ha permitido a los bancos alcanzar altas ganancias por trabajador y una rentabilidad récord. Un negocio del doble de tamaño con una cuarta parte menos de trabajadores ha permitido a los bancos privados alcanzar una rentabilidad record de U$S 91.000 por trabajador en 2022.

Traduciendo algunos conceptos, queda claro que cuando la Asociación de Bancos Privados reclama superar un “sistema laboral rígido” quiere decir tener la libertad de despedir, rebajar salario y discriminar sindicalmente, sin conflicto.

AEBU reafirma su compromiso de defender la Caja Bancaria y su importancia como elemento fundamental de la identidad de los trabajadores del sector financiero. La solución a la crisis de la Caja Bancaria pasa por cumplir con la ley vigente, incluyendo el incremento de la Prestación Complementaria Patronal al máximo legal. AEBU insta a los bancos y al Gobierno a asumir su responsabilidad en la situación y a buscar soluciones que beneficien a todos los involucrados, especialmente a los jubilados y trabajadores.

Por todo esto es que señalamos que la contribución y el aporte honesto de la ABPU en esta situación es más que dudoso. Poner condiciones al Gobierno y a los trabajadores para obtener beneficios de este proceso, como son las exigencias de rebaja de beneficios a los trabajadores y de impuestos al Gobierno, o cambios regulatorios en el BCU, no es honesto.

Desde AEBU actuamos convencidos de que la Caja Bancaria es un elemento fundamental de nuestra identidad como trabajadores de la actividad financiera, y por tanto su defensa requiere nuestro total compromiso. Defenderla implica propuestas, negociación y acuerdos, implica sacrificios, y también luchar para enfrentar la voracidad de las empresas que quieren utilizar esta crisis para incrementar sus beneficios. En ese camino estamos.