MANUEL MÉNDEZ – El presidente José Mujica estuvo hace poco reunido con Lula da Silva, tratando aspectos como las relaciones comerciales entre Uruguay y Brasil. Y el tema del sistema financiero estuvo presente, porque se confirmó que el Banco do Brasil va a instalar una agencia en nuestra capital. ¿AEBU ya tenía este tema avanzando y la confirmación llega a partir de la reunión de los dos presidentes?

ELBIO MONEGAL – Esta es una vieja idea del gobierno uruguayo, de que el Banco do Brasil volviera a la plaza. El 2 de marzo de 2005 Lula anunció en Paysandú la reapertura del banco en Montevideo. Aquella vez lo hizo con motivo de la visita por la asunción del doctor Tabaré Vázquez como presidente. Lo concreto es que lo que ha habido hasta ahora es la apertura de una oficina de representación del banco, llamada BB Montevideo, representante del Banco do Brasil, SA. Y la intención del banco era tener una agencia en Montevideo en algún momento, con patente de banco, que le permitiera realizar las tareas que normalmente realizan los bancos.

Lo que no sabemos es si se va a concretar ahora, porque las decisiones en Brasil llevan mucho tiempo. En marzo de 2005 se resolvió la apertura de la agencia, y hasta el día de hoy lo único que hay es una oficina de representación. Por lo tanto, esperamos que se concrete porque le haría mucho bien a la plaza financiera contar con la participación de otros jugadores, y sobre todo, uno de la talla del Banco do Brasil.

MM – Pero las fechas para la instalación de la agencia no están establecidas…

EM – Lo que hay es la manifestación de la voluntad de hacerlo, pero también hay que tener en cuenta que va a haber un cambio de gobierno en Brasil y no sabemos cómo nos va a afectar.

MM – ¿Qué tal está la situación del Bandes?

EM – Bien. Sigue atendiendo normalmente a su clientela y no tiene problemas de ningún tipo, ni de liquidez ni patrimonial. Pero nos sigue preocupando el futuro del banco, en lo que tiene que ver con decisiones que Bandes tendrá que tomar en cuanto a tener un plan de negocios que permita mantener su presencia en la plaza financiera uruguaya. Venimos teniendo contactos directos con los representantes del gobierno uruguayo, pero no con los de Bandes, porque vinieron hace dos o tres semanas y se fueron a las 48 horas; no se reunieron con nosotros. Pero seguimos muy de cerca esta situación porque nos preocupa.

MM – El presidente José Mujica dijo que el sector bancario, entre otros, era un sector privilegiado en lo salarial, por estar cerca del poder y el dinero. ¿Qué reflexión hacen sobre estos comentarios?

EM – No lo hemos analizado, pero son las mismas reflexiones que tenía Jorge Batlle para tratar de equiparar para abajo. Estoy de acuerdo en que hay que tratar de priorizar el aumento de algunos salarios que están muy deprimidos, como los de la policía, los maestros, los trabajadores de la salud. Pero no porque esos salarios estén deprimidos hay que bajar los salarios de los bancarios que los han conseguido a través de su lucha, porque nadie les ha regalado nada. Lo que hay que hacer es tratar de equiparar los salarios de estos trabajadores con los de los bancarios.

Me parece que eso sería lo mejor, y no seguir poniendo en la palillera a trabajadores que han ganado sus salarios mediante reivindicaciones y luchas históricas, como si fueran los malos de la película, cuando la realidad de los problemas del Estado no pasa por sus trabajadores sino por las pésimas decisiones que los gobiernos han venido tomando a lo largo de los años.

MM – En cuanto al mercado del crédito al consumo para las familias de sectores económicos medio y medio-bajo, según los datos del BCU, el primer trimestre de 2010 cerró con un crecimiento importante. Y se espera que esta línea se expanda el resto del año junto con el PBI. ¿Cuál es tu opinión?

EM – Creo que vamos en este camino. Los depósitos vienen creciendo, fundamentalmente los de residentes. Creo que llegaron a un nivel histórico en 2009. En la medida en que vengan inversiones —como se está anunciando desde el gobierno— seguramente eso va a contribuir a que muchos uruguayos que todavía tienen sus depósitos en el exterior los traigan, y traten de ver si pueden invertir en Uruguay, algo que sería mucho más provechoso para todos.

MM – Había un alto porcentaje de depósitos a la vista. ¿Hubo algún cambio?

EM – No. Todo sigue igual. Mayoritariamente están a la vista, en cajas de ahorro y cuentas de ahorro. Y los que están en plazos fijos lo están por períodos cortos, de 60 días como máximo.

MM – ¿Y cómo se puede cambiar esta situación?

EM – Hay que tener en cuenta que las tasas que se están pagando por depósitos a largo plazo no contribuyen en este sentido. Hoy no se pagan buenas tasas, y eso hace que a la gente le dé lo mismo tenerlo a plazo fijo que en caja de ahorro.

MM – ¿Hay posibilidades de que se modifique esta situación?

EM – No. Por el momento no. Depende también de las tasas internacionales, que siguen siendo muy bajas. Entonces, no parecería razonable que aquí en Uruguay aumentaran.

MM – En el diario El País aparecen datos del BCU, que indican que la mayoría de la plaza financiera está concentrada en Montevideo y que el Interior engloba un quinto del crédito que otorgan los bancos. ¿Estaban en conocimiento de estos datos?

EM – Seguramente son datos del BCU, y es la Comisión Técnico-asesora de Aebu la que los estudia. Nosotros no tenemos un estudio que fraccione el crédito para ver dónde está situado, sino que tenemos un análisis global. Pero es probable que sea así y un quinto de los créditos esté en el Interior, seguramente vinculados al agro.

Transcripción: Valentina Roldós